VIERNES
27-marzo-2020
Tres días de cuarentena nacional han pasado, debo ser honesto y confesar que no me imaginé escribiendo estas líneas por quinta vez esta semana. Ha sido un ejercicio interesante y el aislamiento apenas empieza.
El día empezó temprano, me despertaron nuevamente los pajaritos, pero yo tenía una alarma programada, no sonó. Abrí los ojos y vi que era de día. – Se me descargó el celular y la alarma no sonó – pensé. Tenía una reunión programada a las ocho de la mañana y no había visto bien la hora, me levanté de un tirón, miré el celular, le quedaba 5% de carga. Lo conecté de inmediato y me paré de la cama, me fui para el baño, me bañé, salí, hice café, me vestí, prendí el computador, abrí WhatsApp web y el correo electrónico. Tenía mensajes de ayer sin contestar, pero ninguno de la persona con la que me iba a reunir. Me llegaron las notificaciones de los periódicos y dirigí la mirada a la parte inferior derecha de la pantalla del computador, miré la hora: 7:30 a.m. Respiré.
Siempre he sido una persona muy puntual, se lo aprendí a don Papá, llego con anterioridad a los sitios y no me importa esperar, me da antes vergüenza hacer esperar a las personas. Sin embargo, la reunión se realizó a las nueve de la mañana cuando por fin me llamaron. Como tuve tiempo de sobra antes de iniciar labores, hice lo que la mayoría de colombianos hacen por estos días: revisar la cuenta del Ministerio de Salud.
Se confirman 48 nuevos casos de COVID-19 en Colombia, para un total de 539 pacientes con coronavirus. En el Quindío aumentamos a 15 el número de contagiados confirmados, es muy difícil saber realmente si mañana o la otra semana esta cifra disminuirá, según me han contado diferentes amigos, en este momento se están evaluando más de doscientos casos, pero nada es confirmado, no podemos caer tampoco en las noticias falsas así la ansiedad nos mate. Es mejor mantener la información oficial, revisar y estar pendiente de las noticias, así luego nos digan que por errores en ciertos procedimientos los números no son 100% fiables.
El Papa Francisco envió un mensaje a la comunidad católica del mundo, desde Ciudad del Vaticano, inundó los televisores y los medios de comunicación para levantar una oración en un acto que está reservado para ocasiones especiales y extraordinarias. En este momento todo es extraordinario, sobre todo la ironía de los mexicanos cerrando frontera para que no bajen los estadounidenses.
"Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos" – Papa Francisco 2020
Martín Caparrós, periodista y escritor argentino, publicó en el periódico New York Times, un artículo donde propone que el mundo es plano, que luego de tantas discusiones, confinados en nuestras casas y países nos hemos dado cuenta de esto, pero calma, él no es un terraplanista. Lo que nos dice es esto:
“Encerrados, solo sabemos lo que nos dicen otros. Dependemos de las redes y los medios. Nuestro barrio se ha transformado en un país lejano, que solo conocemos a través de ellos, nuestros corresponsales extranjeros. Es cierto que suele sucedernos, pero, en general, mantenemos un pequeño porcentaje de experiencia propia, de mirada de primera mano; con el confinamiento lo perdimos. Y entonces nos queda esa caricatura del mundo que los medios ofrecen: lo que llama la atención, lo extra-ordinario. Eso es lo que miramos ahorita.”
Y hoy, en Twitter, hizo un “en vivo” hablando acerca de su nuevo libro, propuso preguntas, respondió algunas, nada que ya no sepamos, o nada que no se haya dicho sobre el futuro venidero. Problemas económicos, políticos, sociales, de comunicación, cambios en la cotidianidad, guerras sucias, cambios humanos, costumbres modificadas y conspiraciones que van creciendo día a día sobre lo que ocurre en el mundo. Dijo, además, algo que me pareció complejo, sobre todo para los intereses de este espacio. Afirmó que solo queda esperar, esperar, esperar que los gobiernos actúen, esperar y seguir las recomendaciones, esperar y no salir de casa, quedarnos encerrados, esperar que la curva del contagio llegue a su tope y empiece a disminuir, sentarnos y esperar que todo pase, que todo cambie, que todo vuelva a su normalidad, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, no hacer nada, esperar, ¡pero esperar es algo que no sabemos hacer!
El día continúa, ya da igual qué día es, si es mañana, tarde o noche; despertarse y dormir, ver noticias, comer y dormir; trabajar, ver series, leer y dormir. Hoy el almuerzo en mi casa fue sudado de pollo, recordé a mamá, su comida era deliciosa, la recordé además mientras veía en Twitter el resumen del mensaje del Papa Francisco. Ella se habría echado la bendición. Soy algo así como un católico no practicante. Fui criado bajo los sacramentos y estoy confirmado. Hace años que no me confieso, hace años que no voy seguido a misa, salvo entierros y ceremonias o conmemoraciones. Sin embargo, reconozco lo que el Papa representa no solo al nivel religioso sino político. Muchos cuestionamientos se han hecho estos días acerca del aporte que realiza la religión y la fe en tiempos de crisis, vale anotar que igual las cuentas digitales están abiertas para diezmar, y que quienes criticamos esto somos unos violadores de la fe, pero bueno, eso es otra cosa.
Llamadas, trabajo, ediciones, música, series y noticias. Llamadas, reuniones, trabajo, lecturas y noticias, noticias, noticias, varios medios han abierto sus ediciones para que podamos acceder a la información, nos han dejado ver todo el contenido, debemos ser responsables con esta información, con estos reportajes, con estos anuncios, con todo el tema que se ha creado alrededor de este virus. El cambio es inminente.
Un amigo me trajo un libro, me escribió y llegó en un momentico a mi casa, él podía salir hoy y aprovechó para obsequiarme “El Guerrillero Invisible” un relato sobre “el cura Pérez”, un joven que siguiendo los preceptos de Camilo Torres estuvo confinado a las filas del ELN. Por cierto, ¿qué pasará en la selva?, no hay noticias sobre amenazas o ataques de estos grupos guerrilleros, todo en Colombia parece haberse detenido, por ahora, queda esperar los días. Mañana será sábado, aunque da lo mismo.
SOBRE EL AUTOR
Johan Andrés Rodríguez Lugo
Futuro Comunicador Social Periodista Universidad del Quindío.
- Tomar café, comer mucha pasta, la música, los libros, los viajes, cosas simples y también algunas complejas - “No es que una quiera es que toca, entonces tin”-
Contacto:
Facebook: https://www.facebook.com/johanandres.rodriguezlugo
Twitter: @UnJohanTin
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