No estamos todos, falta Recicla por el Rock

Tras 13 ediciones, el festival Recicla por el Rock, sigue ausente. La falta de recursos financieros, apoyo institucional y el alto costo que implica tener una logística responsable para este tipo de eventos llevaron a una pausa indefinida. Durante más de una década la Fundación Chicchan consolidó un espacio de encuentro entre el arte sonoro y la conciencia ambiental en el Quindío.
Desde su inicio en 2008, Recicla por el Rock propuso una forma diferente de acceso: los asistentes ingresaban al evento entregando material reciclable. Esta fórmula no sólo promovió el reciclaje doméstico, sino que fortaleció la cultura del aprovechamiento de residuos y la dignificación del trabajo de los recuperadores de oficio. En algunas versiones, la recolección superó las 6 toneladas.
A lo largo de sus ediciones, el festival acogió agrupaciones musicales locales, regionales, nacionales e internacionales. Bandas como Doctor Krápula, Aterciopelados. Masacre (Colombia), M.A.S.S.A.C.R.E. (Perú), Cañería (Venezuela), entre otras propuestas sonoras compartieron escenario con agrupaciones emergentes. Además, el evento integró actividades pedagógicas. En 2023, la edición número trece - y la última realizada hasta ahora - tuvo lugar en Montenegro, pero marcó un punto crítico para la sostenibilidad del evento: la incertidumbre de lo financiero para proyectar nuevas versiones.

Iniciativas paralelas: trabajo comunitario y continuidad ambiental
Pese a la suspensión del festival, la Fundación Chicchan mantiene su trabajo ambiental. En Salento, por ejemplo, ha desarrollado acciones junto con la comunidad para mejorar el sistema de recolección de residuos, en especial el que realizan los recuperadores de oficio. Estas experiencias continúan la línea de trabajo del festival, desde el enfoque de sostenibilidad, el cuidado del territorio y la participación ciudadana.
Además del trabajo comunitario, este año se estrenó el documental "Los sueños se hacen rock", una pieza audiovisual que recoge la historia del festival, sus aprendizajes y el impacto generado en la población del Quindío.
El documental fue realizado por estudiantes del Programa de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad del Quindío y tuvo dos funciones de lanzamiento en Salento y Armenia, con amplia asistencia del público. Durante las presentaciones se hizo un reconocimiento especial a personas e instituciones que han acompañado el proceso desde sus inicios, entre ellas la revista El Rollo, medio que ha documentado de forma continua el desarrollo del festival.

Perspectivas y retos para el futuro
La pausa de Recicla por el Rock deja una huella en la agenda cultural del Quindío. El festival demostró que es posible articular la gestión ambiental con prácticas artísticas, educación y participación. Sin embargo, también expone las limitaciones estructurales que enfrentan los proyectos culturales independientes en el país. Aún queda por definir si, con nuevos esquemas de financiación o políticas de apoyo, este tipo de iniciativas podrían tener continuidad.
Por ahora, la Fundación Chicchan mantiene vivo el proyecto desde otras acciones en el territorio, con la expectativa de que el festival pueda volver a levantar su tarima en una nueva edición.
Texto
Christian Acuña
Fotos
Jorge Mendoza