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Naturaleza, extractivismo y resistencia

Ed. 15

El Tercer Foro sobre No Violencia y Naturaleza realizado en la ciudad de Armenia y el municipio de Cajamarca en el mes de septiembre del presente año, sirvió para reunir a algunos de los máximos opositores de la destrucción de la naturaleza en América Latina, por cuenta del otorgamiento de títulos mineros y licencias ambientales sin ningún tipo de límites, que sólo benefician los capitales privados, y vulneran los derechos fundamentales del ser humano como el territorio, la seguridad alimentaria, el agua, entre otros.


Colombia tiene el 53% de su territorio otorgado para explotación minera, sin que las comunidades afectadas por tales concesiones puedan discutir la decisión. En un país con vocación agrícola el hecho de afrontar semejante panorama no da muchas esperanzas y si a esto le sumamos que la minería no genera beneficios significativos a la economía, no tiene sentido invertir 1160 litros de agua para obtener 1 gramo de oro que ni siquiera es para nosotros.


Ante un Gobierno indolente e impotente surge un problema mayor, el de las comunidades que están asentadas en dichos territorios y que ven con impotencia como les expropian las tierras, les envenenan el agua, destruyen el paisaje, bajo la consigna del progreso y el crecimiento.


Las movilizaciones que se han dado, en especial las del último año, dan cuenta de un despertar del ser humano ante aquellas situaciones que amenazan su supervivencia, su protesta no es solo contra el gobierno de turno, es por el abandono de los gobiernos anteriores que sólo acuden al pueblo para que los elijan pero legislan como si habitaran en Marte. Este despertar sumado a la necesidad de tejer redes para hacerse fuertes, visibles y lograr ser escuchados ha colocado de rodillas a la institucionalidad.


El proceso de resistencia ha cobrado una fuerza inusitada gracias a que las comunidades afectadas a lo largo de América Latina se han unido para enfrentar estas maquinarias, se han concientizado de trabajar por intereses comunes. A raíz de esto, los ataques contra los líderes han arreciado, amenazas, destierro y muerte son las estrategias que utilizan para silenciar su voz.


Otro grave problema con el que tiene que lidiar las comunidades en resistencia va por cuenta de la indiferencia del común de la población que los ve como unos revoltosos, eso cuando los ve, porque pasan inadvertidos por la censura de los grandes medios de información que naturalmente van a favor de las monedas que otorgan sus socios de turno.


Por eso abrimos la edición número 15 de la revista El Rollo para contribuir a que la sociedad conozca más a fondo qué es lo que pasa en materia de Naturaleza, Extractivismo y Resistencia. Es de resaltar que buscamos la opinión de la contraparte para generar espacio de diálogo (los malos de la película), no respondieron, esa parece ser su estrategia de comunicación y vaya que les funciona.

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